DISCICPLINA POSITIVA II
SITUACIONES
PARA NIÑOS/AS DE UN AÑO
1. Mejor felicitarle que reñirle
- Para tu hijo será más eficaz tu felicitación cuando hace
algo bien que tu riña cuando no estás satisfecho por algo que ha hecho.
- Es importante felicitarlo siempre que lo merezca, se sentirá
bien y tendrá ganas de volver a hacerlo bien.
- Ejemplo: Cuando consiga comerse el yogur sentado sin
intentar levantarse se le aplaude, se celebra. Se pondrá contento y repetirá
esa acción, hasta que la interiorice como correcta.
2. Mejor actuar que gritar
- Si tu hijo está a punto de hacerse daño, es preferible que
actúes a que lo alertes con gritos.
- Estos lo asustan y su reacción puede hacer que el riesgo sea
mayor.
- Ejemplo: Está arriba de una silla y se puede caer. Háblale
con voz suave ve rápidamente a cogerlo, nunca le grites.
3. Mejor ocuparse que preocuparse
- El niño/a se mueve por todos sitios investigando para
descubrir el mundo que le rodea, y lo quiere hacer solito.
- Es normal que tengas miedo, ya que se puede acercar a sitios
peligrosos, por ello hay que preparar el espacio por donde se va a mover, para
evitar el peligro.
-Ejemplo: barandillas en las escaleras, kits de seguridad para
los cajones, las esquinas,…
SITUACIONES
PARA NIÑOS/AS DE 2 AÑOS
1.
Cuando se ponga tozudo
-
No te extrañes si tu hijo se pone así a menudo,
usa la negación o se pone mandón.
-
Sólo es un reflejo de su inseguridad. Desde que
anda, quiere ser independiente pero el mundo que le rodea es muy grande y se
agobia.
-
Por eso usa tanto el “NO”, se contradice o le cuesta
tomar decisiones.
-
Mucha paciencia y comprensión. Hay que intentar
que se relaje y encuentre una solución a su dilema.
-
Ejemplo: Quiere ponerse el pantalón sin ayuda,
pero no puede y se frusta con enfado. Dale un tiempo, si ves que no lo logra
inicia un juego para ponérselo entre los dos. De esta forma: ¡Uy!, qué fría
están estas piernecitas, ¿las metemos en sus cuevas?. Venga una y otra, ahora
sí que están a gustito.
2.
¿Qué puedes hacer? Eres un modelo
-
Hay que establecer rutinas, ya que las situaciones
previsibles le dan seguridad y sensación de control del mundo que le rodea.
-
Tienes que ser un ejemplo a seguir. El niño/a
imita de manera natural lo que hacen los adultos, así cuando algo te disguste
enséñale con tu ejemplo la forma correcta de hacerlo.
-
Ejemplo: está coloreando pero pinta fuera del
papel, en la mesa. Hay que coger un papel y lápiz y hacerlo correctamente, que
el niño lo vea, y también verbalizar de manera tranquila lo que se está
haciendo y animarlo a que lo haga igual que tú. El niño acabará imitándote.
3.
Paciencia ante caprichos
-
Hay que ejercitar la paciencia cuando tu hijo
quiera salirse con la suya y no acepte limitaciones.
-
No se pueden perder los nervios, hay que
mantenerse firmes y no ceder ante su comportamiento.
-
Ejemplo: quiere entrar en la guarde con un juguete
que trae de casa pero no está permitido. Tienes que ser tú el que se lo retire
y no la educadora. Hay que dejarle clara la norma, explicándole con voz calmada
pero tajante que cuando venga a recogerlo se lo traerá, y se pondrá muy
contento por verlo otra vez. Si sigue sin ceder, se le retira y se calma la
rabieta, si la hubiera, consolándolo. Llegará un día que interiorice la norma y
entregue el juguete solo, sin intentar quedárselo.
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